Bárbara Céspedes C.
Pérez Zeledón. Walker le interesaba estar en Nicaragua, ya que era el lugar perfecto para construir un canal interoceánico. El Jefe de Estado de Costa Rica en ese entonces, Juan Rafael Mora Porras, vio que el proyecto de Walker ponía en riesgo la integridad territorial de Costa Rica, por lo que convocó a la población a tomar las armas y marchar al norte, a Nicaragua, a luchar contra el invasor extranjero.
Después de eliminar un pequeño grupo de soldados de Walker en la batalla de Santa Rosa, las tropas costarricenses siguieron su ruta hacia el norte y llegaron a la ciudad de Rivas, Nicaragua, el 8 de abril.
El 11 de abril de 1856, los soldados costarricenses en horas de la mañana fueron sorprendidos por el batallón enemigo dirigido por William Walker, esto produjo confusión y desorientación en los costarricenses, por lo que se inició el contraataque con mucha valentía.
Los filibusteros se encontraban en una casona llamada El Mesón lugar donde les resultaba muy fácil vigilar al enemigo.
Los soldados costarricenses atacaron al enemigo y la batalla se prolongó por muchas horas, con abundantes bajas en ambos bandos; 500 bajas costarricenses y aproximadamente 250 en el ejército filibustero.
El General costarricense Jose María Cañas, habló a sus soldados preguntando si algún valiente quería arriesgar la vida incendiando el Mesón para salvar a los compatriotas; de inmediato el soldado Juan Santamaría se le improvisa una tea, partió a la carrera y la aplicó al alero suroeste del Mesón.
Juan Santamaría fue herido en el brazo derecho, pero eso no fue impedimento para quemar el mesón. Este acto contribuyó para que los costarricenses lograsen ganar la batalla, pero al mismo tiempo le costó la vida.
El reconocimiento de los méritos de Juan Santamaría como héroe surgió casi treinta años después de su hazaña en 1885.
Desde el 15 de septiembre de 1891 es honrado con una estatua de bronce hecha por un escultor francés y colocada en el parque de Alajuela, que lleva su nombre y donde también hay placas con los nombres de muchos otros soldados muertos durante la campaña.
El museo histórico de Alajuela lleva su nombre, y también se denomina así el aeropuerto ubicado en la Ciudad de Alajuela.
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