Los que lo conocieron lo definen como un hombre de ideas firmes, amante de la medicina, un trabajador que nunca puso un pero para servir al que lo necesitaba, un amante y defensor del ambiente.
Nunca pensó en las horas de trabajo, lo importante era cumplir el deber como médico.
Nació lejos de esta tierra, pero se fue siendo un hijo más de Pérez Zeledón
Nunca le temió a la muerte y así lo dejó claro cuando fue invitado en el programa Tras las Huellas de la Historia de Canal 14.