Pérez Zeledón. La Catedral de San Isidro de El General fue el lugar elegido para que cientos de personas le dieran el último adiós a Marvin Loaiza Martínez, quién se convirtió en una víctima más de la irresponsabilidad de los conductores detrás de un volante y bajo los efectos del licor.
La catedral estuvo llena de personas, además contó con un grupo de bomberos, pues Marvin era Bombero Voluntario y actualmente se encontraba en la reserva del departamento de bomberos de la comunidad.
Pero además este jefe de enfermería de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Escalante Pradilla brindaba lecciones justamente de enfermería en una Universidad Privada de la Pérez Zeledón, sus alumnos y compañeros no podían salir del asombro tras enterarse de lo sucedido la noche de este viernes.
En el Hospital Escalante Pradilla dicen estar muy consternados con lo sucedido, reconoce que es difícil ver salir un compañero de trabajo a las 10 de la noche, y verlo morir tan solo una hora después.
Tras el dolor de no contar más con su presencia, todos coinciden en algo y es en la calidad de personas que en vida fue Marvin Loaiza y su don de ayudar a los demás. También desean fortaleza a la familia del joven que ocasionó el accidente.
Marvin tenía más de 20 años de trabajar en el Hospital Escalante Pradilla.
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