Pérez Zeledón. La ganadería, declarada de interés público, está amenazada por intereses políticos que pretenden el cierre técnico de la Corporación Ganadera (CORFOGA), lo que dejaría al pequeño y mediano productor sin apoyo y acompañamiento para desarrollar su labor productiva.
La Corporación Ganadera rechaza tajantemente que se discuta su esquema de financiamiento dentro del Proyecto de Ley denominado “Simplificación de Impuestos para levantar la Eficiencia y la Competitividad”, propuesto por el diputado Liberal Progresista Eliécer Feinzaig.
La motivación de los legisladores, en 1998, fue crear una Corporación que se enfocara en fortalecer y estimular la actividad ganadera bovina, con especial énfasis en los pequeños y medianos productores; lo que ratificó la Sala Constitucional, mediante su voto No. 6189-1998 el 26 de agosto de 1998, señalando que la Corporación Ganadera es un ente menor destinado a estimular e incentivar un determinado sector productivo, para mejorar las condiciones económicas del país, conforme lo dispone el artículo 50 de la Constitución Política.
En cuanto al financiamiento de la Corporación, la Sala Constitucional en voto No. 04866-2006, del 5 de abril del año 2006, resolvió que se trata de una contribución parafiscal, que tiene como objetivo financiar fines económico-sociales y no para satisfacer las necesidades fiscales.
Actualmente la Corporación desarrolla doce proyectos que responden a los cuatro ejes fundamentales de la ganadería bovina: nutrición, genética, manejo y sanidad, en busca de brindarle al productor las herramientas necesarias para mejorar sus sistemas de producción y por tanto la rentabilidad de la actividad.
CORFOGA no se financia con fondos del Estado, los mismos ganaderos financian directamente a la institución, por lo que acciones como las del diputado Feinzaig solo se pueden calificar de persecución para acabar con una actividad económica vital para el país respondiendo a mezquinos y oscuros intereses, señalan los directivos de la organización.