Pérez Zeledón. Lo que significó una gran oportunidad de trabajo para la joven generaleña, Katherin Acuña, se transformó en un tiempo de desesperación y angustia.
Viajó el seis de enero de este año a Bolivia y pensaba regresar el 14 de abril, pero por la situación de la pandemia, se dio el cierre de aeropuertos.
Ella trabaja para el Centro Morpho en Pérez Zeledón, que es pionera en vida independiente y la idea era dar asesoría y un diagnostico a asociaciones que trabajan el tema de discapacidad.
Sin embargo, todo se complicó, más que ella se encontraba lejos de La Paz, por lo que tuvo que ingeniárselas para llegar ahí.
Contactó el embajador y empezó la coordinación, tanto así, que él personalmente la fue a recoger.
Katherin, afirma que la situación en Bolivia, es completamente diferente a la nuestra.
La atención para los extranjeros es nula.
La desesperación era grande.
Ella, ya está en Costa Rica, contenta de estar aquí, hizo la cuarentena.
Esta joven, estuvo en contacto con otros a otros costarricenses en otros países, con el fin de trabajar unidos para volver a Costa Rica.
Katherin, ya está en su hogar, está tranquila y suma esto como una experiencia más, donde dice valorar lo que tenemos como país, pues vivió muchas carencias en Bolivia.