Golfito. Autoridades ambientales y de seguridad detuvieron a 11 personas vinculadas a delitos ambientales en la zona de Corcovado, en un operativo denominado Jemengo Töe (este nombre obedece a que en el dialecto indígena así se le llama a la araña de montaña).
El operativo se llevó a cabo del 20 al 28 de mayo, con un plan de acción dividido en dos fases, la primera de inteligencia que determinó los trabajos, lugares y personas específicas a intervenir, y una segunda fase donde se ejecutaron las operaciones en campo.
Dadas las constantes denuncias ciudadanas sobre cacería, minería ilegal y tala en los bosques de las zonas de Osa y Golfito, dentro y fuera de sus Áreas Silvestres Protegidas como son el Parque Nacional Corcovado y la Reserva Forestal de Golfo Dulce, el Ministerio de Ambiente y Energía en coordinación con el Organismo de Investigación Judicial y la Fiscalía Ambiental de la Zona Sur.
Realizaron un fuerte despliegue de 27 oficiales de seguridad, entre estos agentes judiciales especializados en delitos Ambientales apoyados por agentes de otras oficinas del Departamento de Investigaciones Criminales (DICR), 12 agentes del Grupo Operacional Ambiental (GOA) del MINAE-SINAC; cabe indicar que durante la ejecución del operativo se contó con la participación presencial y activa del Fiscal Ronny Romero de la Fiscalía Ambiental de la Zona Sur.
Según expresó el Ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, hay una alta problemática aumentada por la pandemia generada por el COVID-19 y se va a mantener presencia policial para seguimiento permanente.
En este operativo se logró detener personas en actos de “minería ilegal” dentro de la Reserva Forestal Golfo Dulce, y Parque Nacional Corcovado, así como en acciones de cacería en la zona.
Asimismo, se procedió con el cierre de tres industrias forestales clandestinas, ya que se ubicó gran cantidad de madera de tala ilegal y maquinaria valorada en varios millones de colones.
Es importante mencionar que además de las detenciones ejecutadas, se detectaron terrenos invadidos los cuales son propiedad del estado o en las diversas zonas del Parque Nacional Corcovado.
Para lo cual en conjunto con el Ministerio Público se efectuaron actas de notificación para el desalojo de los terrenos.
También se realizó la intervención de varias estructuras de alojamiento conocidas como “champas” donde los infractores suelen pasar la noche, las cuales estaban dentro del área protegida del parque, así como la observación y ubicación de sectores donde fue cambiado el cauce del río con la finalidad de la extracción ilícita de oro.
Aparentemente, los grupos ya tenían toda la industria organizada y en el caso de la madera, ya salía el producto procesado (más de 7000 pulgadas de madera).
Se detectó que las especies de madera procesadas en esos sitios correspondían a Cedro, Cristóbal, Fruta Dorada y Manguille, las cuales eran comercializadas en La Palma de Puerto Jiménez y de las que no se contaban con los permisos respectivos.
Dentro de lo decomisado durante los días en que se efectuó el operativo, se tiene un aserradero portátil, una sierra de mesa, una machimbradora y una cepilladora de mesa. Por otro lado, en temas relacionados con la extracción ilegal de oro, se incautaron barras, palas, canteadoras, canoas, “chupacabras” (frasco con manguera para sacar oro).
Cabe mencionar que en las operaciones de investigación por casería ilegal se le confiscaron a dos sujetos sospechosos de incurrir en este delito, varios machetes, tres armas de fuego, dos rifles calibre 22 y una pistola 9 milímetros, además se ubicó en poder de estos masculinos dos monos arañas sin vida, los cuales se localizaron en una fogata.
Además de estas acciones, se realizaron inspecciones a cámaras de refrigeración en diferentes establecimientos comerciales, buscando carne de animales silvestres.
En la segunda fase del operativo realizado este mes de mayo, la estructura organizacional se manejó mediante coordinación unificada entre MINAE-SINAC, OIJ y Ministerio Público.
Se hicieron tres grupos de trabajo, que incursionaron en montaña, y en Patrimonio Natural del Estado (PNE) a puntos ya monitoreados.
En primera instancia se identificaron los sitios de interés, y después el grupo policial ingresó al lugar a desmantelar los campamentos de los grupos organizados contra delitos ambientales.
En la tercera fase denominada inteligencia sostenida, se determinó permanecer por varios meses en la zona, ya que se detectaron en estos operativos y por medio de las investigaciones preliminares que, quienes operan en el sitio son organizaciones delictivas ilegales que se dedican al tráfico de madera, trasiego y caza de animales y delitos de narcotráfico.