El confinamiento obligatorio durante abril y la restricción vehicular dejaron como resultado que los costarricenses gastaran ₡21 021 millones menos en combustible.
Así lo dio a conocer el Ministerio de Hacienda este miércoles, cuando reveló que este abril la recolección del impuesto único sobre los combustibles cayó 31% con respecto al mismo periodo del año anterior.
«Para poderse enfrentar a todo esto, la medida cortoplazista que hay, es buscar plata. (…) Ahora, ¿quién tiene el dinero? Bueno, ahora hay que pedir a órganos internacionales, que son los que tienen el dinero. (…) Costa Rica es parte de un listado de países que también tienen el mismo problema por el COVID-19», señaló el economista Daniel Sucher.
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El especialista explicó que esa la única solución viable para el país en un plazo corto, porque el acceso inmediato del dinero «de la noche a la mañana» es el que permitirá apagar una serie de incendios económicos que atraviesa el Gobierno.
Antes que el COVID-19 enfermara -aún más- las finanzas del país, Hacienda calculó que el 2020 necesitaría financiamiento del 10,55% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, las secuelas de la enfermedad mundial, provocó que el Gobierno esté solicitando un 1,95% más de lo previsto para el financiamiento.
El economista Eli Feinzaig argumentó que esa urgencia de recursos demuestran un mal manejo del dinero público, porque solicitar créditos es la única salvación hay en este momento.
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En el mismo comunicado de este miércoles, Hacienda reconoció que necesita los US$3 055 millones solicitados en créditos a órganos internacionales para sacar las obligaciones del Gobierno Central.
Aunque de esa solicitud ya los diputados aprobaron US$850 millones para destinar a medidas de salvamento; quedan por discutirse algunos créditos que suman US$2.175 millones.
«En aras de mantener la estabilidad fiscal de Costa Rica, es fundamental contar con la aprobación
del resto de créditos», clamó Hacienda.
«Con respecto a los créditos pendientes, considero que el único que hay de interés en la corriente legislativa es el del tren eléctrico, con el cual siempre he estado de acuerdo, porque es un proyecto que moderniza el transporte público y que reactiva nuestra economía. Si habrá otros, los vamos a analizar», dijo la diputada María Vita Monge.
La legisladora adujo que es entendible la contracción de la economía, pero que desde el Gobierno debe seguirse trabajando bajo el enfoque de contener las medidas del gasto.
Esa fue la línea de Monge, pese a que el martes apoyó el proyecto de ley que liberó a las municipalidades de la Regla Fiscal y que Hacienda, Contraloría General de la República y el Banco Central externaron oposición.
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Eli Feinzaig explicó que, desde su análisis, la urgencia de recursos del Ejecutivo se debe a un mal manejo de las finanzas públicas, especialmente desde los últimos 11 años hasta la fecha y que no están tomándose medidas para contener los gastos.
Hacienda también comunicó que el déficit primario del 2020 no creció con respecto al del año anterior y destacó la medida como un logro. Algo sobre lo que Feinzaig hizo sus observaciones.
«Hay una serie de gastos que no están haciéndose en este momento y eso provoca un crecimiento menor en el gasto y eso podría decirse que es el porqué, por lo menos, el déficit primario no creció tan significativamente», resaltó.
«(…) No es que hubo un gran esfuerzo para provocar una gran reducción del gasto. La razón por la que digo esto es porque los gastos que no están haciéndose este año, son gastos que el próximo año se harán», explicó Feinzaig.
En términos generales, el Ministerio de Hacienda informó que durante el último abril dejó de percibir ₡81 799 millones que dejaron de pagarse en impuestos, eso equivale a una caída del 23,44% con respecto al 2019.
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