Pérez Zeledón. Después de las fiestas de navidad y año nuevo, muchas personas se topan con un mes de enero y los problemas financieros comienzan a brotar, de ahí nace aquella vieja frase de la cuesta de enero y para salir de ella muchas personas venden artículos o piden prestado.
Para un experto, las dificultades económicas en el primer mes del año no deberían existir, si se logra tener un control de presupuesto.
Un aspecto que hay que tener claro son las entradas y salidas de dinero y tener claro las responsabilidades más importantes a las que hay que hacerles frente.
Aunque pareciera lejano se debería pensar en el siguiente año y con una política ahorrativa podría evitarse los problemas que está viviendo en este momento.
Un momento económico complicado hace que las personas busquen una salida de la mano de más deudas y prestamos en la calle, esto podría ser un dolor de cabeza más grande.