Pérez Zeledón. Tanto docentes como directores coinciden en la idea de que el teléfono celular es un elemento distractor en clase. Los estudiantes no pueden utilizarlo durante las lecciones pues esto perturbaría su atención. Lo ideal es que lo mantengan apagado y que se utilice en el receso.
Los padres de familia La mayoría coincidieron en que es necesaria una normativa para regular la utilización de los mimos, que los distrae en clase y que no es bueno para su desarrollo educativo.
Ahora quisimos averiguar qué opinan los estudiantes sobre esta situación, en donde la mayoría de los encuestados están de acuerdo en que no se debe utilizar en clase, pues perturba la atención.
Aunque el Ministerio de Educación Pública (MEP) le da cierta autonomía a cada centro educativo para reglamentar el uso de dispositivos móviles, los docentes tienen la potestad de sancionar a los estudiantes, según el reglamento interno, y notificar a sus encargados.
Lo que el profesor debería hacer es asegurarse de que el alumno apague el celular y lo guarde.
En ese caso comunicarse con el padre de familia o encargado. En los recreos el estudiante tiene la libertad de utilizar el teléfono celular, siempre y cuando con el uso del mismo no esté incumpliendo en otra falta.