Pérez Zeledón. Cuando se quiere no hay límites que impidan salir adelante. Él es Carlos Ureña Sandí de 28 años, vecino de El Relleno de Pérez Zeledón y lo muestra a cada instante.
Nació con parálisis cerebral y llegó a estar en estado vegetal hasta los cuatro años.
Comenzó un proceso de rehabilitación y terapia y ahora es todo un profesional.
Viajes constantes al Hospital Nacional de Niños y al Cenare.
A los nueve años, comenzó a caminar con unos zapatos con aparatos metálicos especiales que pesaban hasta nueve kilos.
El estudio no fue fácil, sufrió discriminación y por su condición de salud, tuvo que faltar muchos años.
Logró sacar la escuela, el colegio y se vino el reto mayor: la universidad.
Es enfermero, profesor y máster en gerontología.
17 cirugías reconstructivas superó Carlos y ahora tiene es una limitante física, por lo que tiene que usar un bordón para caminar.
Para Carlos, no hay limitantes, él sueña con grandes cosas y por eso, quiso compartir su historia.
Carlos, afirma que Dios lo hizo llegar tan lejos y estar vivo, caminar y poder hacer muchas cosas.