Pérez Zeledón. Su nombre se escuchó cuando Ad Astra Rocket del costarricense, Franklin Chan Díaz, abrió sus puertas.
Se trata de Jorge Oguilve, quien desde niño sintió ese amor por la tecnología.
Su padre era radioaficionado y le llamó la atención todo lo que tenía que ver con el equipo.
Ya de joven, tuvo la oportunidad de ingresar al Colegio Científico y después a la universidad, donde se especializó.
Jorge, tuvo la oportunidad hasta de realizar una pasantía en la NASA: posterior a ello, se unió al equipo de Franklin Chan.
Tras varios años de trabajar en Liberia, renunció y ahora trabaja en dispositivos médicos.
La empresa en la que está, le dio la oportunidad de hacer una pasantía en los Estados Unidos, donde se encuentra actualmente.
Jorge, se siente muy contento por todo lo alcanzado hasta el momento, feliz con su esposa y sus dos hijas, quienes siempre lo acompañan.
Para él, nuestro país tiene mucho futuro en la tecnología, solo se requiere que más jóvenes se animen a desarrollar sus habilidades.