Coto Brus. El río había crecido mucho, el hombre intentó cruzarlo y las aguas se lo llevaron dejando en el rancho a una viuda con dos hijos.
Unos días después, la viuda llegó a la sucursal de la Caja Costarricense de Seguro Social en San Vito a retirar el formulario para solicitar la pensión por viudez y orfandad.
Este tipo de situaciones, hizo que uno de los funcionarios de la sucursal, proponer realizar visitas a las comunidades más alejadas.
Fue así como organizaron toda una logística para desplazarse a la zona indígena y llevar el servicio a esas comunidades.
Se dio la coyuntura de que la CCSS abrió el concurso “Buen Trato” y diseñaron el proyecto “La Caja en su Comunidad” en el marco de ese concurso que se impulsa desde la Dirección de Comunicación a todo el territorio nacional.
Con ese enfoque de trabajo de ponerse en los zapatos de la población, los funcionarios empezaron a desplazarse a las dos comunidades más alejadas y de difícil acceso: Jönkruhörä y Fila tigre.
Se trata de comunidades indígenas Ngöbe que quedan en Limoncito “Copey Abajo”.
Luis Alberto Agüero, director Regional de Sucursales,dijo que los funcionarios dejan la comodidad de la oficina para llegar hasta esas poblaciones por caminos impenetrables, pero quienes además deben escalar montañas, cruzar ríos sin puentes y sortear los peligros de los acantilados para reducirle a los cerca de 800 moradores de diez comunidades, el desplazamiento al centro de San Vito.
Ya efectuaron dos campañas donde trabajadores sociales apoyaron con la búsqueda de personas que necesitan pensiones, pronto dispondrán de toldos, computadoras portátiles con acceso a Internet y avanzarán a otras comunidades con nuevos servicios, fuerzas renovadas y el mismo compromiso de la CCSS y sus usuarios.
Seidy Jiménez, inspectora de leyes y reglamentos, explica que varias actividades que se llevan a cabo en coordinación con funcionarios del Poder Judicial, quienes tienen un programa denominado Facilitadores Judiciales y trabajan con líderes de comunidades bastante alejadas de las oficinas judiciales.
Ese acercamiento propicia la identificación de personas que trabajan de forma voluntaria en esas comunidades, para capacitarlas y que a la vez ellos puedan respaldar el trabajo de la CCSS en la zona.
Las capacitaciones iniciaron en mayo y la puesta en marcha del proyecto ha permitido que en la actualidad, los facilitadores apoyaran con 25 consultas y 7 solicitudes de pensión que ellos mismos llevan a la sucursal y si requieren material, lo pidan para que se los envíen o lo recogen en uno de sus viajes a San Vito.
Los inspectores cuentan que don Ceferino, quien habla los dos idiomas, tiene conocimiento de informática, en la escuelita tiene computadora y acceso a Internet, lo que facilita las tareas que son gratuitas para los moradores de esas comunidades.
El programa recién inicia y la idea es aliarse con el Área de Salud de Coto Brus, para integrar a otros colectivos que requieren apoyo como los adultos mayores, personas con discapacidad y servidoras domésticas.
| 