Carmen Picado N.
Pérez Zeledón. Para observar el avistamiento de estos animales, se realiza un tour que dura aproximadamente hora y media, entre ingreso, salida y el bote se mantiene en el mar para apreciar a las ballenas.
Primero, hay que llegar al Parque Nacional Marino Ballena y cancelar el costo del tour.
Luego, los turistas se ponen el chaleco salvavidas y empiezan a subir a la lancha.
El guía, además, da las instrucciones para que las personas tengan las medidas de seguridad en el momento en que se aprecien las ballenas.
Una vez adentro del mar, el capitán de la lancha apaga el motor y esperamos con ansias para observar estos majestuosos cetáceos.
Una ballena jorobada y su ballenato se mostraron ante nuestros ojos.
Las ballenas jorobadas adultas miden entre 14 y 16 metros. Una cría recién nacida mide entre 3 metros y 3,5 metros. Llegan a pesar hasta 40 toneladas.
Viajan desde el sur del continente hasta estas costas para huir del frío y hallar aguas más cálidas para tener a las crías y aparearse. Además, porque no hay depredadores grandes.
Según un estudio que elaboró la Universidad Nacional en el año 2007, Costa Rica es el único sitio del mundo donde las dos poblaciones de ballenas jorobadas del orbe, las del hemisferio norte y sur, coinciden para aparearse y tener sus ballenatos.
Una vez, apreciadas, llegó la hora de volver a la playa, para que otros turistas pudieran realizar el recorrido.
Cualquier persona puede realizar este tour, pues se toman todas las medidades de seguridad necesarias.
Así que anímese y viaje a observar el avistamiento de ballenas. Quedará maravillado con estos grandes mamíferos.
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