Cinthya Ávila R.
Pérez Zeledón. Bajo este pensamiento Lilly Ordoñez y Carlos Villegas, cuentan su historia de amor, la cual nos demostrará que ese sentimiento todo lo puede.
Esta pareja, ambos maduros y consientes de la realidad de un mundo laboral, de esfuerzos y sacrificio, así como de sueños e ilusiones marcaron una historia de amor que llena varias páginas.
Ellos se conocieron hace 25 años, cuando prácticamente construían el futuro de sus vidas.
Como dos personas que se simpatizan, conversaban, salían y pasaban tiempos agradables, sin embargo en ese momento no eran novios, simplemente había un sentimiento que, permanecía dentro cada uno de sus corazones.
Pero, como en muchos pasajes de esta vida, por diferentes circunstancias, a veces se nos presentan situaciones que casi que nos obligan a separarnos de nuestra familia, seres queridos y hasta una ilusión amorosa y es ahí donde entra culpable de que el olvido exista, la distancia, pero aquí no hubo olvido, solo distancia.
Carlos el amor platónico de Lilly, tuvo que alejarse de ella, porque una opción laborar tocó su puerta, y aunque no había un compromiso entre ellos, simplemente una amistad que solo los dos sabían que iba más allá de eso, Carlos partió y no se volvieron a ver.
25 años pasaron, tiempo en el que él y ella hicieron sus vidas, el por su parte se casó y con esa pareja tuvo 5 hijos, ella de igual forma formó un hogar del cual nacieron 5 hijos también.
Pasaron los años, crecieron los hijos, pero ya el matrimonio de Lilly no daba más así que ella se divorcio y siguió adelante.
Él siguió su trabajo, apoyando a sus hijos y prácticamente ya su matrimonio también había acabado, por lo que puso fin a esa relación.
Ahora habían quedado dos corazones solos, pero con la esperanza de volver amar.
Por circunstancia de la vida Lilly se encontró con Carlos, 25 años después, volvieron a retomar su amistad, que más que ello era amor.
Y aunque la distancia los había separado esta no logró acabar con sus sentimientos.
Para ambos cada segundo era importante, conversar de lo que había pasado en sus vidas y ver casi increíble que después de tantos años volviera a encontrarse.
Él como abogado la motivó a que tomara esos mismos estudios, ella accedió y así se convirtió en su alumna.
Aunque era difícil disimular su amor en clases, entre compañeros, libros y casos legales, ya eran personas maduras y así supieron llevar su relación.
Finalmente cuando ella concluyó sus estudios como abogada, ya el mundo entero conocía los sentimientos que unían a Carlos y a Lilly.
Fue así que pasados unos meses, él y ella decidieron sellar ese lazo tan fuerte, su amor de toda la vida, se casaron el 11 de febrero de este año, definitivamente ya no podían dejar pasar su felicidad.
El matrimonio Villegas Ordoñez agradece a Dios por esta nueva oportunidad.
Feliz mes del amor y la amistad.