Bárbara Céspedes C.
Pérez Zeledón. También, trasladarse de un sitio al otro o utilizar aparatos electrónicos.
Pero al conocer la historia de Jorge Enrique Acuña, el panorama cambia.
Su madre contrajo una enfermedad producida por una bacteria durante la gestación, denominada toxoplasmosis, que afecta al feto y le impide desarrollar los nervios del sistema visual.
Criado en un hogar con 8 hermanos, su niñez no fue fácil, ya que el aprender a caminar y desarrollarse era algo nuevo para su familia y más para Jorge Enrique.
Sin embargo, con el transcurso de los años ha recibido entrenamientos para poder desarrollarse y ser independiente.
Asegura que camina por las calles generaleñas solo, toma buses, llega a su casa y viaja a todas partes.
En cuanto a la tecnología, no es un problema para él, ya que ha sabido adaptarse.
Ante esta realidad y a sus 42 años de edad, Acuña afirma sentirse feliz y sobretodo realizado con su trabajo, pues una de sus mejores experiencias, es el ser músico.
Él es integrante de un trío, donde toca el acordeón; además sabe tocar la guitarra, la flauta dulce, el teclado y la trompeta.
Uno de sus mayores sueños es hacer un curso de computación; además, de estudiar los fenómenos meteorológicos y sísmicos.
Acuña acepta que muchas veces se ha sentido frustrado al sentirse impotente de no realizar varias labores, no obstante, afirma que eso es parte de ser humano.
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