Pérez Zeledón. La apertura del CAI Terrazas, en noviembre pasado, no solo tuvo un impacto directo en la reducción de la sobrepoblación penitenciaria -que para enero llegó a un 7,1%, el nivel más bajo de las últimas dos décadas- sino en la disminución del hacinamiento en otros centros penitenciarios del país.
Uno de los centros beneficiados, es el Antonio Bastida de Paz en Pérez Zeledón, que pasó de un 41,1% a 33,1%.
Para octubre del año anterior, este Centro tenía 996 personas privadas de libertad y para enero llegó a 940.
La ministra de Justicia, Fiorela Salazar reflexionó que “la creación de estos espacios y el dotarlos del personal para que opere es un objetivo complejo en tiempos de estrechez fiscal.
El país debe ser coherente entre las decisiones de crear penas privativas de libertad o ampliar las existentes y las decisiones de asignar los recursos presupuestarios para recibir esos nuevos ingresos en condiciones dignas. El sistema penitenciario no es una bodega de seres humanos”, expresó.
El porcentaje de hacinamiento es la razón matemática que existe entre la cantidad real de personas privadas de libertad y la capacidad oficial con que cuenta cada centro. Este último dato lo establece la Unidad de Arquitectura del Ministerio de Justicia y Paz con base en normativa internacional.