Pérez Zeledón. Por medio del proyecto “Fortalecimiento de capacidades en la producción de semillas para una agricultura adaptativa y resiliente” fue formulado por la ONS para articular el trabajo interinstitucional, e impulsado con recursos del Fondo de Adaptación.
Personas agricultoras de los territorios indígenas como Alto Comte Burica, Boruca, Térraba, Ujarrás, Salitre, Rey Curré, Cabagra, China Kichá, Maleku, Zapatón, Talamanca cabécar y bribri, recibieron semillas acriolladas y variedades mejoradas cumpliendo los estándares de calidad para fortalecer sus sistemas productivos y mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de sus comunidades.
Entregaron semilla sexual (materiales acriollados de arroz y variedades mejoradas de maíz y frijol), asexual (yuca, plátano y camote) y semillas de polinización abierta provenientes del banco de germoplasma del CATIE a las organizaciones indígenas y de mujeres en los territorios.
También, se logró promover una agricultura adaptativa y resiliente al clima, que favorezca el desarrollo de un sector semillerista formal e informal, impulsando para este último sector una mayor accesibilidad para las poblaciones en condiciones de vulnerabilidad y fomentando una diversificación de los sistemas agroalimentarios.
Laura Ramírez, jefa del Departamento de Transferencia del INTA, aseguró que los sistemas de semillas de las personas agricultoras indígenas se caracterizan por su gran biodiversidad y por promover la distribución gratuita de semillas y conocimientos entre la población. El INTA promueve el rescate y conservación de la semilla por medio del refrescamiento y limpieza de los materiales con la finalidad de contribuir con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los sistemas de producción.
Los sistemas de semillas de las personas agricultoras aumentan la resiliencia de los sistemas alimentarios frente al cambio climático, las enfermedades y plagas.
Asimismo, las semillas criollas locales constituyen un patrimonio biocultural de gran riqueza para la población y los sistemas agroalimentarios.
Las semillas en los sistemas alimentarios indígenas representan la vida y los derechos humanos, además constituyen la garantía de una alimentación adecuada para las poblaciones indígenas en el ejercicio de su autodeterminación, permitiendo el intercambio comercial y trueque para la distribución entre sus comunidades.