Pérez Zeledón. La lluvia fue la compañera fiel de la iluminación del árbol de navidad en el parque de San Isidro de El General.
Las caras de los niños se veían ilusionadas a pesar del frío y la cantidad de agua que caía
Con la cuenta regresiva comenzó, la emoción creció, no importaba la lluvia, había llegado el momento que los más pequeños esperaban y los grandes también
Con la cuenta regresiva en cero, se hizo la luz
Los ojos de los niños se iluminaron y es que no importó la lluvia y la espera, ellos querían ver el árbol encendido y lo lograron
Pero los padres también no se quedaron atrás con la ilusión, traer a los hijos era la motivación para enfrentar el mal tiempo pero al final hasta ellos mismos se ilusionaron con la iluminación del árbol
Llegó la navidad a San Isidro de El General.