Osa. Los parques nacionales y las áreas silvestres protegidas, están cerradas al público, sin embargo, muchas personas hacen caso omiso a esta disposición.
En el Parque Nacional Marino Ballena, durante la semana anterior, se tuvieron que devolver a 1099 personas y se expulsaron 318 quienes ingresaron de manera ilegal.
El director del Parque, Cristian Masís, manifestó su preocupación porque la población hace caso omiso y afirma que el problema se podría agravar en Semana Santa.
El funcionario, precisó que este cierre, también permitirá la recuperación de muchas áreas.
Estas áreas al igual que las otras ubicadas en el país, están cerradas por parte del Gobierno, como parte de las medidas preventivas tras la afectación del COVID-19, por lo que se está restringiendo todo tipo de visitas.