Pérez Zeledón. Tenemos fuerzas poderosas en la asamblea legislativa, a favor de la muerte, la buena noticia es que la ciencia está a nuestro favor, la posición de la iglesia es cierta. Los estudios más recientes del embrión humano ven que hay una vida así.
Hay que despertarse como cristianos, ir a las calles, manifestarse, luchar por nuestra fe y nuestras creencias.
Si bien es cierto que la institución de la familia requiere estarse examinando y fortalecerse esto no puede hacerse en detrimento de los cimientos básicos de su esencia como familia, la que la iglesia defiende, proclama al matrimonio como dos personas que se obedezcan el uno al otro por amor con fidelidad y compromiso para toda la vida.
La responsabilidad de los cristianos es salvaguardar y defender la vida en todas sus formas que es sagrada desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte natural. Y la fertilización in vitro es otra forma de aborto para la iglesia.
La iglesia, igualmente denuncia como irresponsabilidad la llamada unión libre pues carece de compromiso fundamental o las personas que decidan tener hijos solteros, pues todos tienen derecho a nacer en un hogar bien formado.
Además se habló de la irresponsabilidad a tantos hombres que tienen relaciones con adolescentes exponiéndolas a la maternidad privándolas de vivir su juventud como dios querría. Todo esto está escrito en el manifiesto en defensa de la vida y la familia de la diócesis de San Isidro de El general.