Pérez Zeledón. Si el dueño de un perro deja las heces de su mascota en cualquier sitio público, el Estado podría multarlo con ¢848.400, o sea, con dos salarios base.
Así lo propone el plan de ley de bienestar animal que se discute en la Asamblea Legislativa y que este jueves avanzó hacia el plenario, para su trámite final.
Según el texto sustitutivo aprobado en la Comisión de Ambiente, se impondrá la multa a quien no recoja los “desechos fecales arrojados en aceras, parques, calles, jardines públicos, playas y demás”.
Ese mismo castigo se aplicaría a los dueños que no les garanticen a sus mascotas condiciones vitales básicas, ni espacios con la higiene apropiada.
La multa también cubriría a quienes críen o adiestren animales para pelear, así como a las personas que experimenten con los animales en contra de las disposiciones ya establecidas en el capítulo III de la Ley de Bienestar Animal vigente.