Buenos Aires. El Ministerio de Seguridad Pública, compartió la historia del oficial, Alexander Jesús Arias Cordero, quien forma parte de la Fuerza Pública desde el 16 de octubre del 2012 y trabaja en la delegación de Río Claro de Golfito.
Según contó, hace tres días, hacía recorridos en Buenos Aires, como parte del trabajo que le designaron por unos días aquí para cuidar a la población indígena.
Realizando recorridos, observó un adolescente de 13 años quien vendía aguacates en la orilla de la carretera y lo cautivó, por lo que se detuvo, parqueo su moto, le compró unos y le dejó unas botellas de agua, unos jugos que andaba y unas galletas que recién había comprado.
“Conversé con él, le pregunté su nombre. Jeremy, a la distancia estaba su madre Jineth, cuidando a sus hijos menores, en una sencilla casa que había construido doña Jineth con sus propias manos: unas latas oxidadas y unos pedazos de madera eran la base, más unas bolsas negras y sábanas rotas para protegerla, el piso es el suelo de tierra y la cama unos colchones viejos.
También, pude ver contiguo al ranchito que llama hogar, la cocina en medio de palos de madera y palmeras secas. Todo al lado del río General en la carretera Interamericana Sur.
Recordé que yo también pasé necesidad y hacíamos de todo por salir adelante, todo lo bueno aclaro. Pero, este caso era más complicado que el mío.
Agradecí a Dios haberles dado las fuerzas a mis padres para sacarme adelante y enseñarme a luchar por lo que quería”, expresó.
Por eso, hizo una publicación en su perfil de Facebook para ver si alguien se unía a apoyar a la familia, lo contactaron y donaron dinero para comprarles comida.
Hizo las compras y le llevó la comida a esta familia.
Ahora, el oficial espera ayudarles a tener una casa digna donde sus hijos no pasen frio, ni tengan que bañarse en el río, donde puedan tener la bendición de agua potable y electricidad; así como de ropa, zapatos y juguetes.
Alexander, vive en Ciudad Neily, junto a su esposa, Yadira y su hijo, Thiago.
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