Bárbara Céspedes C.
Pérez Zeledón. El exceso de flota vehicular sumado al irrespeto de las leyes de tránsito, las ventas ambulantes y los huecos en las vías, por nombrar algunos, imposibilitan que la paciencia de los conductores perdure.
Luego de pasar estos obstáculos, se encuentran con el problema de no tener un espacio donde estacionar su vehículo para realizar sus mandados.
Muchos, optan por parquear en el primer lugar que haya espacio, sin saber que esa suerte de encontrar un lugar, al final del año les saldrá caro.
Según las estadísticas del Área de Control Vial de la Municipalidad de Pérez Zeledón, al día se realizan entre 150 a 200 multas, las cuales su valor por unidad es de 2850 colones.
Si usted es conductor, debe conocer que la época en la que se realizan más multas son los meses de estación seca, emprendidos de diciembre a mediados de abril.
La cantidad de multas es relativa, la cual depende del estado climático, así como de los conductores.
Y es que el año pasado, la Municipalidad recaudó casi 84 millones de colones en multas, cifra que salió de las bolsas de los generaleños.
De enero a agosto de este año, casi 90 millones y medio de colones es el monto estimado por partes realizados.
Estos recursos, son destinados a la administración en general, servicios de estacionamientos y la terminal de buses, el depósito y tratamiento de basura y una parte para el cierre técnico del Vertedero Municipal.
Esta elevada cifra de multas diarias nos conduce y respalda que la mayoría de conductores no están informados acerca de las leyes.
Muchos, en su mejor intento de no ser amonestados, optan por negociar con los parquímetros, que se torna en un intento fallido, ya que así como desconocen de las leyes, notoriamente no conocen la inflexibilidad de los que la aplican.
Lo que nos sitúa en la realidad y la evidencia del problema desde que este cantón viene desarrollándose: el centro de San Isidro de El General no tiene la capacidad para la cantidad de flota vehicular a lo que se le suma el irrespeto al reglamento vial.
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