Carmen Picado N.
Pérez Zeledón. Su vida no es fácil y hay momentos que no quisiera recordar.
Desde niño le gustaba la ropa de mujer, pero fue a los 14 años de edad, que decidió empezar a cambiarse. Conoció una amiga y poco a poco, empezó a transformarse.
Algo que le desagrada, es que la llamen por su nombre de hombre, el cual considera que lo dejó en el olvido.
Michelle se fue para Cartago, donde empezó a prostituirse.
Luego regreso a Pérez Zeledón.
Los problemas con los policías, asegura que es la tónica por la cual se fue del cantón generaleño.
Alegando además, que fue víctima de acoso por parte de algunos, que querían como dice ella: “sexo gratis”.
Como ser humano, los sentimientos de alegría y de dolor llegan a su vida.
Para Michelle, las cosas no han sido fáciles.
El dinero fácil lo consigue por la prostitución, aunque se siente cansada de cada noche tiene que salir y tener que buscar clientes.
Michelle añora una vida normal como cualquier otra persona.
Durante el tiempo que estuvo en Pérez Zeledón, afirma que la gente la respetaba y la saludaban en la calle.
Pero, que eso no significa que le den algún trabajo, para alejarse de la prostitución.
A pesar de todo lo que vive, se acepta como es, como se transformó.
Le gustaría ser feliz, enamorarse y tener una pareja estable.
Más allá de la persona que se aprecia en las calles, esperando un cliente. Michelle quiere ser respetada por la sociedad y aceptada como es.
Y que en un futuro no muy lejano, los travestis tengan oportunidades laborales, que les permita dejar la prostitución.
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Muy buena entrevista ! lastima el final de esta chica , ojalá se den mejores oportunidades para ellas !