Buenos Aires. El Juego de los Diablitos de los poblados indígenas de Boruca y Rey Curré, fue declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de dichas comunidades de Buenos Aires de Puntarenas.
Precisamente, en el marco de esta declaratoria se realizará un encuentro de los Diablitos con representantes del Poder Ejecutivo, a modo de oficialización de la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica.
La actividad se realizará el viernes 26 de enero a las dos de la tarde en el salón comunal de Rey Curré.
Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud, expresó que como representantes del Estado costarricense, se honrarán en acompañar este año el Juego de los Diablitos que se realiza en esta ocasión habiendo sido ya declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica.
La jerarca, precisó que estos significa que la sociedad costarricense se integra cada vez más, como lo indica el artículo primero de la Constitución Política.
Este año la actividad será entre el 25 y el 28 de enero.
Fases del Juego de los Diablitos:
- La Nacencia.
- Aparición del Toro.
- La Lucha.
- La Matazón.
- La Huida.
- Los diablitos vuelven a la vida.
- La Búsqueda.
- Hallazgo del Toro.
- Muerte del Toro.
- Triunfo y Celebración.
La fiesta se acaba, pero su fin es transitorio, porque cada año, con el Juego de los Diablitos, los borucas vuelven a renacer.
Además, la Asociación de Desarrollo Indígena (ADI) de Rey Curré informó que para esta ocasión, los fondos recaudados con las ventas de platillos, bebidas, frutería, artesanías, carne asada, chuzos, granizados, arroz con leche, tamales, entre otros productos, se destinarán para la reconstrucción de aulas del Liceo de Rey Curré, de cara al curso lectivo 2018.
Según comunicó la ADI, la Junta Administrativa del Liceo, que está integrada por padres de familia, crearon una Comisión para trabajar y recoger fondos por esos tres días, 25 al 28 de enero, cuyas recaudaciones permitirán la compra de materiales urgentes para la reconstrucción de aulas del liceo, afectado por la tormenta tropical Nate, en 2017.