Carmen Picado N.
Osa. Las fuertes olas, comenzaron a invadir la Isla y prácticamente la partió en dos.
Los vecinos comenzaron a salvar sus animales y pertenencias, montándose a sus botes, por aquello de que la situación se agravará más.
En este lugar, viven unas 60 personas, entre niños y adultos.
Algunas estructuras como la iglesia, escuela y viviendas, se vieron socavadas por el agua.
Funcionarios de la Comisión Nacional de Emergencias, ya conoce el caso y espera volver a entrar al lugar para valorizar el daño que ocasiono este desastre natural.
Las clases como las actividades de extracción de pianguas y pesca, fueron suspendidas por los lugareños, pues se sienten alarmados por lo sucedido, pues un evento como este lo han vivido en muy pocas ocasiones.
Una patrulla de guardacostas ingreso con funcionaros de la Fuerza Pública, y brindarán un informe más detallado de lo sucedido en este lugar.