Pérez Zeledón. El cinco de octubre del 2013, es una fecha que nunca olvida don Víctor Hugo Fernández.
Ese día manejó en estado etílico en horas de la noche y tuvo un accidente de tránsito que dejó su carro en pérdida total.
Él sobrevivió, tuvo algunas heridas, pero aprendió.
Dijo que fue una experiencia muy dura, que por dicha no dañó a ninguna persona.
“Una tarde fui a un negocio, donde estuvo bastante rato, luego recuerdo que salí de ahí, me fui para la casa, pero siempre tomaba una entrada y ese día decidí ingresar por otra entrada, por la condición mía etílica, no tuve la reacción suficiente, fue lenta y termina colisionando con un vehículo, quedó bastante dañado, me trasladaron al hospital y de ahí vino la parte amarga, el tema moral, en donde tuve que ir a los Tribunales de Justicia, a mí me condenaron al paso de un monto, que tuve pagarlo a una escuela”, contó.
Ese incidente le marcó la vida y la cambió para bien, mejoró su salud, bajó de peso, practica ciclismo y su familia también es importante.
Ya pasaron seis años de ese accidente, ahora don Víctor Hugo, lo cuenta como una experiencia de vida, para que muchas personas piensen antes de manejar en estado de ebriedad.
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