Un accidente de tránsito le arrebató la vida a Carlos Rojas el dueño de un Lubricentro en Palmares, sus familiares lo recuerdan como un hombre alegre

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Pérez Zeledón. Sobre la carretera Interamericana Sur aún se encuentran los restos de la motocicleta que conducía don Carlos Rojas, este lunes en horas de la noche un accidente de tránsito le arrebató la vida justo al frente del Lubricento que con tanto empeño mantuvo durante 25 años.

Hoy este lazo negro enluta a toda una comunidad que aún no sale del asombro de perder a un hombre como Carlos.

En su casa en Palmares su familia tampoco se repone del golpe emocional, la tarde de este lunes fue la última vez que lo vieron, donde incluso tuvieron la oportunidad de compartir una taza de café y un tamal.

Y el fin de semana como ya era tradicional fue a comprar el cerdo para hacer los tamales en su familia, sin saber que justamente sería su última tamaleada.

En la comunidad don Carlos era muy querido según comentan sus propios sobrinos, este padre de familia deja a su esposa, 3 hijos y 3 nietos.

Para “Cabicho”, como se le conocía, el Lubricentro era parte vital de su vida, aquí hizo grandes amistades y forjó un legado en la comunidad

La vela de “Cabicho” se realizará este martes en horas de la noche en la Capilla de la Iglesia Católica de Palmares, para el día miércoles será la misa a las 10 de la mañana en la Iglesia de Palmares, pasando luego al cementerio de Daniel Flores.

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