Pérez Zeledón. Cada día son más personas las que colocan cámaras de seguridad en las viviendas como una forma de protegerse ante los crimínales.
Casas de habitación, negocios y hasta las vías públicas son vigiladas por ojos electrónicos que registran los movimientos de personas y que muchas veces captan como los amigos de lo ajeno actúan en el cantón.
Estas cámaras son muy modernas y pasaron de simples aparatos para captar imágenes a ser artículos que envían señales y alertas en caso de un ingreso ilegal a una casa o local comercial.
Aunque en la mayoría de los casos lo que captó una cámara de seguridad sirve como prueba de un delito, también puede servir como una forma de atrapar a un criminal en el acto y que sirva para procesarlo de manera rápida ante las autoridades correspondientes.
En los últimos tiempos el número de casos de denuncias aumentaron ante el Organismo de investigación Judicial.
Pero aunque en el mercado existe gran cantidad de empresas que brindan este servicio, las autoridades recomiendan un asesoramiento antes de adquirir un equipo de este tipo
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