Si usted escucha el nombre de Carlos Morales, tal vez le cueste saber de quién se trata, pero si escucha el apodo “Perolas”, de una vez recuerda a un hombre con 53 años de carrera en la barbería, el padre de una leyenda del fútbol generaleño y un hombre alegre con grandes anécdotas.
Nació en 1937 en San Marcos de Tarrazú, diez años después llegó a suelo generaleño.
Una extensa carrera de barbero, profesión heredada por su padre, una profesión que desempeña desde hace más de 53 años.
Y el apodo “Perolas” salió debido a su suegro.
Es padre de Taylor Morales, exjugador del Municipal de Pérez Zeledón, su salida del equipo la recuerda con tintes de resentimiento.