Los huesos no aportan vitaminas, ni mejoran la salud de un perrito. Al contrario, más bien podría traer graves consecuencias a su salud.
El calcio y fósforo que poseen, no puede ser digerido, ni absorbido por el organismo; es por esto, que pueden pasar hasta 24 horas para que el animal haga la digestión de un hueso.
Los huesos pueden provocar perforaciones en el sistema digestivo, atragantamiento y cierre intestinal en estas mascotas.
Por esto y más, es mejor evitar dar este tipo de alimentos a los perros. Pero, si observa que el animalito tiene conductas inusuales después de ingerir un hueso, es mejor acudir al veterinario inmediatamente, él determinará si necesita algún procedimiento específico, como una cirugía, esto si el hueso está atascado en el intestino delgado.
Así que mejor evitemos que nuestros mejores amigos sufran problemas de salud o incluso, pierdan hasta la vida.
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